Orientaciones técnicas sobre la clasificación de los residuos es el título de la comunicación publicada por la Comisión Europea, que tras varios años de trabajo se constituye en una herramienta de referencia al facilitar aclaraciones y orientaciones sobre la interpretación y aplicación de la legislación en lo relativo a la clasificación de los residuos.
El documento europeo facilita un procedimiento para determinar si un residuo es peligroso o no peligroso y el epígrafe de la Lista Europea de Residuos (LER) en el que podría clasificarse, conocido como código LER.
La Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (ASEGRE) participó junto con otras organizaciones de ámbito europeo en los debates para la elaboración del citado documento.
Para facilitar la identificación de estos códigos, ASEGRE dispone de una herramienta de clasificación de residuos online basado en la Lista Europea de Residuos. Este clasificador permite diferentes opciones de búsqueda para que cada residuo reciba el tratamiento adecuado a sus características.
La clasificación de un residuo como peligroso o no peligroso tiene importantes consecuencias para su gestión, explican desde la asociación. En primer lugar, en cuanto a su etiquetado y almacenamiento, pero también para su transporte y tratamiento, dado que es necesario tomar mayores precauciones que eviten riesgos para la salud y el medio ambiente.
Procedimiento europeo
El procedimiento que muestra el documento europeo relaciona toda la legislación europea aplicable y puede afectar a la clasificación de los residuos, como es la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos, la lista europea de residuos aprobada por la Decisión 2014/955/UE, el Reglamento 850/2004 sobre contaminantes orgánicos persistentes -POPs-, los Reglamentos REACH y CLP, la Directiva 1999/31/CE sobre vertederos y la Directiva 2012/18/UE sobre control de riesgos inherentes a accidentes graves por sustancias químicas -SEVESO III-.
Según la comunicación Orientaciones técnicas sobre la clasificación de los residuos, se debe analizar si el residuo presenta un código de peligroso absoluto, como serían el amianto, disolventes orgánicos, aceites lubricantes, ácidos o álcalis; el residuo también puede presentar un código de no peligroso absoluto como puede ser el papel y cartón, el vidrio o la ropa; o un código espejo en el que residuos relacionados pueden desplegar características de peligrosidad o no, en este caso es necesario un análisis más detallado. Para ello, el documento orienta sobre los pasos a seguir para su clasificación y las fuentes de información asociadas.
Residuos peligrosos
Un residuo es peligroso si presenta alguna de las características de peligrosidad del anexo III de la directiva de residuos: HP1 explosivo, HP2 comburente, HP3 inflamable, HP4 irritante, HP5 toxicidad específica en determinados órganos/toxicidad por aspiración, HP6 toxicidad aguda, HP7 carcinógeno, HP8 corrosivo, HP9 infeccioso, HP10 tóxico para la reproducción, HP11 mutágeno, HP12 liberación de un gas de toxicidad agua, HP13 sensibilizante, HP14 ecotóxico y HP15 residuos que pueden presentar una de las anteriores características que el residuo original no presentaba directamente.
Esta comunicación de la Comisión Europea plantea ejemplos de residuos complejos como envases, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), y vehículos al final de su vida útil (VFU). También evalúa componentes específicos que pueden estar presentes en los residuos, como compuestos orgánicos persistentes, plásticos, caucho, peróxidos orgánicos, cal, alquitrán, sustancias que agotan la capa de ozono, y compuestos orgánicos (Benceno, Tolueno, Xileno, Benzopireno).
Documentos Adjuntos