La Orden Ministerial ICT/155/2020, de 7 de febrero obliga a la sustitución de todos los contadores de agua con más de 12 años cuyo destino sea la contabilización del agua fría o caliente para uso residencial y comercial. Esta orden, que afectará a más de 3 millones de contadores generará ahorros de hasta el 15% en la factura del agua de las familias.
Esta medida, que ya se aplica en otros países de la Unión Europea como Alemania, facilitará el control del gasto y reducirá los posibles errores de medición en unos aparatos que normalmente tienen una vida útil de cinco o seis años. Como novedad, esta norma establece que los contadores de agua que se estropeen, deberán ser sustituidos por otros nuevos, no siendo posible su reparación.
El propietario de cada contador será el responsable de cumplir con esta obligación, para la que hay un periodo de adaptación de cinco años, aunque también puede delegar esta responsabilidad en un gestor.
La medida afecta a más de 3 millones de contadores y se estima que generará un ahorro aproximado del 15% en la factura de agua de las familias. El objetivo es garantizar unas condiciones óptimas de uso de estos dispositivos, que permitan contabilizar con exactitud los consumos de agua de particulares y empresas.
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